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sábado, 23 de enero de 2016

Deporte como medio de inserción social.






``El deporte es un instrumento de socialización que favorece la integración social´´


El deporte es un excelente instrumento y vehículo de socialización, posibilitando la integración social de personas en riesgo de exclusión social y facilitando la prevención en colectivos marginales y de desfavorecidos.


El papel positivo del deporte para la inserción social ha sido destacado muy recientemente en diferentes foros y comisiones de la Unión Europea que han reconocido las funciones sociales del deporte y han recomendado la potenciación de dichas funciones a través de programas específicos que promuevan las utilidades sociales de las prácticas deportivas.

Sería importante detectar el comportamiento problemático  que muchos jóvenes manifiestan en barrios socialmente desfavorecidos. La degradación de estas zonas influye negativamente en estos chicos y les lleva a adoptar conductas que van mermando sus condiciones de vida considerablemente.

El deporte, es uno de los mecanismos más importantes de inserción juvenil, ya que analizando particularmente casos en los que se ha usa do el deporte como medio de inserción social podremos observar un cambio radical en la forma de plantearse sus vidas.

Por tanto, el deporte supondrá una medida que les ayudará, pero hemos de tener claro que debería venir acompañado de soluciones más drásticas.

La dificultad del uso del deporte en cada uno de estos casos crecerá exponencialmente dependiendo de la gravedad de la situación.

Se podría realizar un pequeño esquema sobre como realizar un programa con el cual lograr a través del deporte una inserción social.



Fase 1.- Confianza y participación


Nivel I: Establecimiento de un ambiente positivo entre los jóvenes integrantes del programa y con los educadores, basado en la confianza.


La experiencia dice que esta primera fase de contacto es esencial. Su principal objetivo será el establecimiento de una relación de afecto y confianza entre los propios jóvenes y entre ellos y el/los educador/es. Las estrategias que componen este nivel son:


- Interacciones afectivas del grupo. Consiste en establecer  desde el primer momento conversaciones personales con los alumnos con el fin de conocerlos mejor y saber de sus circunstancias vitales, problemáticas en la mayoría de los casos. Es muy importante hablar con ellos, escucharles, tratar de conocer sus aspiraciones e ilusiones, atender sus anhelos y sus quejas. No siempre resulta fácil comprender las difíciles circunstancias en las que muchos de ellos se encuentran inmersos.


- Establecimiento de reglas generales que hay que respetar con el lema “Pocas reglas pero claras”.


- Distribución de responsabilidades en los alumnos.

Hacia el final de esta primera fase haremos que los alumnos se impliquen de forma activa en el funcionamiento del proyecto distribuyendo entre ellos actividades de colaboración como la

colocación inicial del material, la recogida final del mismo..







Nivel II.- Participación.


Como estrategia para conseguir esta motivación utilizaremos a lo largo de toda la intervención una serie de actividades físico-deportivas.
 

- Deportes tradicionales . (Fútbol, baloncesto, voleibol, béisbol...).


- Deportes alternativos. (Unihoc, kayac-polo, balonkorf ...).

Estos deportes, sin dejar de ser competitivos, de equipo y reglamentados, debido a su carácter novedoso, no conllevan que los jóvenes los identifiquen con roles sexuales discriminantes ni con aptitudes muy diferenciadas también discriminatorias, por lo que resultan extraordinariamente útiles para trabajar aspectos de coeducación.


- Juegos cooperativos.

Se trata de juegos y actividades a realizar entre todo el grupo, de carácter cooperativo, divertidas y escasamente reglamentados. Son muy útiles por ejemplo para motivar a los alumnos en la fase introductoria o de calentamiento de la sesión. Lo planteamos como una forma distinta y más motivadora de trabajar aspectos de condición física.


- Juegos y Actividades de aire libre (en el entorno urbano y en el medio natural).

Dependiendo de las circunstancias en este bloque de actividades se pueden realizar desde juegos básicos de orientación en parques y polideportivos, hasta experiencias de buceo, montar a caballo,..etc. Esto depende del lugar en el que se este llevando a cabo el proyecto.







Fase 2.- Promoción de valores a través de la actividad física y el deporte.


Con esta fase daremos paso a un trabajo específico en la transmisión de valores mediante una serie  de estrategias prácticas que pondremos en marcha a través de las actividades físico-deportivas que explicamos en la fase anterior.



Nivel III.- Autocontrol de las conductas agresivas y violentas (físicas y verbales).


A través de las prácticas deportivas, introduciendo las oportunas adaptaciones reglamentarias y estrategias, se trata de favorecer el autocontrol de las conductas agresivas y violentas en cualquiera de sus manifestaciones fomentando su responsabilidad personal.Una actividad que puede ayudar es trabajar con ejercicios de empatía.



Nivel IV.- Integración y cooperación con los demás.


Los juegos cooperativos y las actividades de reto y aventura que hemos citado anteriormente constituyen el marco ideal para trabajar este valor de integración ya que obligan a los jóvenes a una participación conjunta para lograr el éxito en las actividades, pero tampoco se descarta el trabajo de integración que favorecen los deportes tradicionales adaptados y que en muchos casos son una fuerte motivación para estos jóvenes.

Llegado el caso, si las circunstancias del grupo así lo requieren, se puede trabajar específicamente en este nivel la coeducación por géneros y las relaciones interculturales con el fin de prevenir actitudes racistas y xenófobas.

La participación de chicos y chicas en actividades físicas y deportivas conjuntas lo consideramos un objetivo prioritario en estos contextos caracterizados por una división de roles muy marcados y las consiguientes actitudes machistas. Queremos superar estereotipos como que “el deporte es cosa de chicos”, “ no quiero jugar con las chicas porque son unas patosas”...

Asimismo en estos barrios existe una mayor presencia de personas de diferentes culturas y razas y ello puede ser detonante de problemas de intolerancia, racismo y xenofobia. El deporte puede constituir un elemento privilegiado para educar en la tolerancia y la solidaridad permitiendo juegos y experiencias compartidas.

En este punto queremos dejar muy claro que estas intervenciones educativas que realizamos no son óbice para exigir y reclamar con todas nuestras fuerzas transformaciones sociales más profundas, de estructura social.



Fase 3.- Transferencia de lo aprendido a otros ámbitos de la vida cotidiana.



Esta fase se puede considerar como la más importante pero también la más difícil del

Programa, porque supone que el alumno ha sido capaz de transferir los valores aprendidos en el

mismo a su vida personal, creándose en él estilos de vida más enriquecedores lo que en el fondo

constituye la meta de este proyecto. Aquí es donde se muestra realmente que la actividad física

y el deporte se convierten en un medio para conseguir un fin más complicado y necesario.



Nivel V.- Transferencia de los aprendizajes a la realidad personal.


Entre las estrategias que incluiremos en este nivel destacamos:

-Reflexión personal y grupal con los jóvenes.

- Creación de hábitos de vida saludable: Prevención de drogodependencias, educación sexual, educación para la salud, la higiene.



Con este último nivel el proyecto queda finalizado.

Podría continuarse con una integración progresiva de los equipos en competiciones deportivas oficiales de ámbito locales y municipal.


Ejemplos de proyectos que han tenido como fin la inserción social.


La ciudad de Ermont y el deporte

ciudadano (Francia)



Ermont es un pequeño municipio de 30.000 habitantes situado en las afueras de París. En 2007, la ciudad puso en marcha un programa de deporte ciudadano para agrupar a los vecinos, darles una identidad colectiva, mejorar su implicación comunitaria a través del voluntariado y desarrollar actitudes de solidaridad.

Los dirigentes municipales han firmado la «convención por el deporte ciudadano » con las principales asociaciones deportivas de la ciudad, con cuatro líneas de actuación, que reflejan un planteamiento integral del deporte.


Programa Streetgames

(Reino Unido)

El Programa de Voluntariado Juvenil

Co-Operative StreetGames se puso

en marcha en 2006 organizado por

la organización no gubernamental

StreetGames y por el Reading

Borough Council para actuar con los

jóvenes desfavorecidos residentes en

el municipio de Reading. El programa

trata de llevar el deporte a estos

jóvenes y conseguir así las ventajas en

términos de integración.











Maratón por la Integración Social

(Madrid)

En 2009, se celebró también la 7.ª

edición del Maratón por la Integración

Social organizado por la Fundación

Real Madrid, la Fundación ONCE y la

Universidad Rey Juan Carlos. En esta

edición participarán en torno a 1000

niños y niñas hasta los 13 años que

realizarán una serie de juegos en la

que los participantes de cada equipo

colaboran entre sí para aprovechar el

espíritu cooperativo del deporte.

Las pruebas consisten en juegos

y actividades físicas cuyo objetivo,

más que competitivo, es lúdico y de

integración social. La duración de las

pruebas es de dos horas y cuenta con

el apoyo de un grupo de cien voluntarios

para la velar por la organización de

un evento tan concurridO.








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