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domingo, 31 de enero de 2016

Introducción a las dietas milagro.



DIETAS MILAGRO
 
Este apartado va a ser dedicado a examinar con detenimiento muchas de las dietas denominadas como dietas milagro. Debemos de saber que no hay fórmulas mágicas para perder peso. Cada vez se oye más la eficacia de las dietas milagro, dirigidas sobre todo al público femenino y que no tienen garantía científica.

El mensaje que este tipo de dietas nos transmiten es de adelgazar rápido y sin esfuerzo, pero no aclaran las consecuencias que puede causar en nuestra salud. Estos pueden ser la falta de nutrientes esenciales, o la probabilidad de sufrir un efecto yo-yo, que produce que al abandonar el régimen se engorden más kilos de los que se han conseguido perder. Con este tipo de dietas se pierde peso a expensas de proteínas corporales y en menor medida del porcentaje de grasa. Incluso, alteraciones a nivel neuropsíquico como ansiedad, insomnio, irritabilidad... pueden ser provocadas con el uso de estas dietas.



 


















Además, seguir este tipo de dietas puede conllevar repercusiones no sólo físicas, sino también psicológicas, e incluso acabar desencadenando algún tipo de trastorno alimentario como anorexia, que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos; y bulimia que provoca el ser incapaces de dominar los impulsos de comer y tienen la sensación que no pueden parar de comer. Sin embargo, el sentimiento de culpa y vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a una purga, regímenes rigurosos o ejercicio excesivo para contrarrestar los efectos de las abundantes comidas y evitar engordar.
Numerosas asociaciones médicas y sociedades de nutrición advierten que seguir estas dietas durante un periodo prolongado de tiempo puede conllevar un aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis e incluso algunos tipos de cáncer.